sábado, 25 de octubre de 2014

la familia de pascual Duarte

Características
. los relatos se hacen de vivencias
. se trata lo grotesco para impactar al lector y dar su punto de vista de ese momento
. habla de violencia ya que el periodo de las posgerras

viernes, 17 de octubre de 2014

Habitaciones separadas.

Habitaciones separadas

Está solo. Para seguir camino

se muestra despegado de las cosas.

No lleva provisiones.

Cuando pasan los días

y al final de la tarde piensa en lo sucedido,

tan sólo le conmueve

ese acierto imprevisto

del que pudo vivir la propia vida

en el seguro azar de su conciencia,

así, naturalmente, sin deudas ni banderas.

Una vez dijo amor.

Se poblaron sus labios de ceniza.

Dijo también mañana

con los ojos negados al presente

y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,

fantasmas como saldo,

un camino de nubes.

Soledad, libertad,

dos palabras que suelen apoyarse

en los hombros heridos del viajero.

De todo se hace cargo, de nada se convence.

Sus huellas tienen hoy la quemadura

de los sueños vacíos.

No quiere renunciar. Para seguir camino

acepta que la vida se refugie

en una habitación que no es la suya.

La luz se queda siempre detrás de una ventana.

Al otro lado de la puerta

suele escuchar los pasos de la noche.

Sabe que le resulta necesario

aprender a vivir en otra edad,

en otro amor,

en otro tiempo.

Tiempo de habitaciones separadas.

Áspero mundo

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinocios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…

Ángel González, Áspero mundo